Encuentro de defensoras del territorio y la ciudad, México
La Alianza Internacional de Habitantes convocó al Primer Encuentro de defensoras del territorio y la ciudad, en Actopan, México, participaron 103 mujeres de Puebla, ciudad de México, Oaxaca, Veracruz y Ecuador.
El encuentro floreció con el dialogo, intercambio de experiencias y testimonios.
Es urgente concretar, conservar, movilizar y fortalecer la unidad de las R-existencias, brindarnos solidaridad, impulsar la capacitación, promover las iniciativas que permitan el buen vivir, habitar en plena armonía con la naturaleza, denunciar los despojos y la represión, aprovechar el potencial en las redes sociales para visibilizar el papel de las mujeres, construir amplias alianzas, participar en los eventos nacionales e internacionales para defender el territorio, nuestros territorios, pues la vida solo será posible con la participación de las mujeres.
En América Latina, las mujeres han jugado un papel relevante en defensa del territorio en el campo y en la ciudad. Preocupadas por el impacto diferencial en hombres y mujeres de las políticas neoliberales que se impulsan para beneficio del capital, se organizan para visibilizar su papel en diferentes R-existencias y exigir su participación en la toma de decisiones. Esto es fundamental en movimientos que han trascendido por su valerosa R-existencia a la instalación de megaproyectos de diversa naturaleza pero particularmente por la política extractivista y de despojo que ha impuesto el modelo capitalista.
En este contexto la Alianza Internacional de Habitantes convocó al Primer Encuentro de defensoras del territorio y la ciudad, en Actopan, México, participaron 103 mujeres de Puebla, ciudad de México, Oaxaca, Veracruz y Ecuador.
Durante dos días, con la plena primavera que lucía rutilante en las riveras de la laguna del Farallón, con las flores multicolores, el cálido viento del mar, la gastronomía local cocinada por los varones, las mujeres debatieron con libertad, alegres y combativas, analizaron la realidad que se vive en sus comunidades y mostraron que la embestida del actual modelo capitalista no cede, por el contrario cada vez se recrudece poniendo en riesgo la vida de las comunidades y su entorno biocultural.
El encuentro floreció con el dialogo, intercambio de experiencias y testimonios. Descubrimos los factores que están en la piel para fortalecer a la mujer y tienen que ver con la espiritualidad, la educación, la sensación, lo que cada quien siente y cómo actúa. Un ingrediente muy importante en las mujeres es la capacidad de ser valientes, a pesar de tener miedo, tienen valentía enfrentan los problemas, tienen la fuerza para detener lo que siente que está mal: el extractivismo, las autopistas, los complejos habitacionales, el despojo.
Nosotras damos vida, cuidamos amamantamos, tenemos un trabajo intenso en la agricultura; hay una capacidad de entendernos como somos las mujeres, luchar por lo que está dentro de nosotras, darnos respaldo y conocimiento, empatía entre nosotras, e incluso discrepar pero no manchar la relación personal. Las ideas son ideas, lo importante es la convivencia. Lo importante es sumar, hombres y mujeres. En el país se han detenido la instalación de hidroeléctricas, mineras tóxicas, gasoductos, monocultivos. Acreditamos que es necesario perseverar y las mujeres tenemos esa cualidad, estamos comprometidas con perseverar para que el mundo favorezca a todos, no solo a los poderosos. ”Entender el territorio, lo que cada una entendemos y tenemos como territorio, cada una es territorio cada una de nosotras somos, no tenemos, somos territorio”
Concluimos que es urgente concretar, conservar, movilizar y fortalecer la unidad de las R-existencias, brindarnos solidaridad, impulsar la capacitación, promover las iniciativas que permitan el buen vivir, habitar en plena armonía con la naturaleza, denunciar los despojos y la represión, aprovechar el potencial en las redes sociales para visibilizar el papel de las mujeres, construir amplias alianzas, participar en los eventos nacionales e internacionales para defender el territorio, nuestros territorios, pues la vida solo será posible con la participación de las mujeres.