AMH Dakar, pieza fundadora de la Vía Urbana
Fundamentada en el gran éxito del Llamado para la construcción de un espacio común y solidario de los movimientos sociales urbanos, firmado por más de 380 signatarios de 42 países, la Declaración de Madrid (2008) muestra claramente la envergadura del desafío con la proposición de la Asamblea Mundial de los Habitantes, a realizarse durante el FSM 2011 en Dakar.
La idea, madurada en un proceso de base favorecido por la AIH, está orientada al reforzamiento del estatus de los habitantes en la lucha por el derecho a la vivienda y a la ciudad, sin fronteras, pues sin fronteras es la crisis global que afecta hasta la última piedra construida o habitante de un barrio popular. Sus raíces descansan entonces, pero, al mismo tiempo, marcan una evolución cualitativa y cuantitativa en relación a la Asamblea de los Pobladores (México, 2000).
La AMH milita en efecto por el surgimiento de habitantes de un nuevo tipo, bien anclados en el tejido social local y muy conscientes del desafío global, capaces de comprometerse en el combate para conservar los derechos colectivos y la responsabilidad de ser constructores de ciudades, no meros usuarios-clientes de los territorios.
Para hacer esto, considerando el quiebre del modelo neoliberal que suma en su sepulcro más de un mil millones de sin techo o mal alojados, a los cuales hay que agregar los sufrimientos de alrededor de 70 millones de personas que cada año se ven amenazadas o desalojadas, un nuevo Pacto Social Urbano se muestra inevitable, y esta vez basado en los derechos humanos y medioambientales, sea otro mundo posible. Para plantearlo mejor, derecho a la ciudad debería así declinarse en cero desalojos, derecho a la vivienda en servicio público, cooperativa e intervención directa, política de urbanismo en participación de los habitantes en las decisiones.
Bienvenido entonces, sobre estas bases, a la adhesión a este proceso de las Convergencias Urbanas al FSM de Belem, ya sea de todas las principales redes internacionales comprometidas en estos asuntos (entre otros HIC, Centro Cooperativo Sueco AL, COHRE, LOCOA, Dignidad Internacional, SELVIP, PPEHRC, Habitat para la Humanidad AL, ENDA TM, FNRU) y sin olvidar el Foro de las Autoridades Locales y ciertas universidades.
La AMH se construye entonces desde abajo y en la continuidad, mediante un proceso pluridimensional de intercambio de experiencias, compartir estrategias, construcción de iniciativas de luchas de resistencias y de alternativas, que compromete todos los horizontes geográficos. Es la razón por la que, luego de la confirmación por el plenario del Foro Social Urbano de Río en 2010, la iniciativa asumió un paso decidido gracias a la constitución de Comités Promotores Unitarios a nivel regional y local, especialmente con ocasión de los Foros Sociales (FS EEUU en Detroit, FSE en Estambul, FSA en Asunción) y otros eventos en todas las regiones y muchos países, entre otros Bangalore para Asia, Moscú para Rusia, Sudáfrica y Camerún.
Corresponde en efecto a los Comités Promotores Unitarios la responsabilidad primaria de hacer surgir el habitante g-local, sus contenidos, el formato de la AMH así como la agenda hasta y después de Dakar, incluida la proposición de los partneriados para favorecer la más amplia participación y los seguimientos.
El encuentro en Bobigny, durantelas Jornadas Internacionales para el derecho a la vivienda (octubre), marca en efecto la aparición de este nuevo sujeto colectivo que toma forma y decide.
Un sujeto que merece finalmente la aparición visible y duradera de su palabra, y eso gracias a la construcción de la Memoria de los habitantes, herramienta multimedia coordinada por la Universidad Popular Urbana y basada en las entrevistas de vídeo, que acompaña y sistematiza el proceso AMH.
Sobre estas bases, que reconocen la independencia de las organizaciones de habitantes en todos los niveles, será posible constituir partneriados y alianzas. Sobre estas bases, destacadas en la fase preparatoria del FSM, debe ser posible compartir también este proceso con las organizaciones de habitantes de Dakar, dispuestas a acoger a la AMH para dialogar con aliados con el fin de dar respuestas a los desalojados de los barrios populares inundados, no para continuar aún al margen de los altermundistas que aterrizan no importa dónde.
En resumen, no una misa solemne, sino más bien el compromiso para favorecer el diálogo entre las organizaciones de habitantes y con todos los sujetos que comparten estos principios, incluidas aquí las ONG, las instituciones y las universidades: dirección derecho a la vivienda y a la ciudad, sin fronteras.
Bienvenida entonces a la AMH, etapa de un proceso continuo y sostenible que muestra ya una dirección más allá del horizonte de Dakar: la Vía Urbana.
Lugar al que se aplica este artículo
El(la) siguiente Traductor(a) Voluntario(a) por el derecho a la vivienda sin fronteras de la AIH colaboró con la traducción de este texto: