Pedimos su ayuda: envíe el texto para la alcaldesa de La Municipalidad de Açailândia y para la Gobernadora del Estado de Maranhão. No más contaminación matando los moradores de Piquiá de Baixo, no más excusas para retrasar su reasentamiento.
“¡Su tiempo acabó, Alcaldía de Açailândia!”. Este es el mensaje que más de mil habitantes del barrio de Piquiá de Baixo dejaron a través de las dos manifestaciones del día 18 de julio. Los habitantes, de hecho, no quieren más muertes por la polución, en la espera que los políticos asuman sus responsabilidades (para conocer mejor la situación, click aqui ).
Conflicto entre los habitantes del barrio Piquiá de Baixo y la Alcaldesa de la ciudad brasileña de Açailândia, Gleide Santos. Los residentes quieren que la alcaldía de Açailândia done tierra para la construcción de viviendas.
En los últimos días, de hecho, los ciudadanos han decidido hacer públicas sus propios pedidos por medio de dos acciones muy visibles.
El día 27 de febrero, la Sra. Joselma de Oliveira, una mujer brasileña que representa a más de 300 familias de la comunidad de Piquiá de Baixo, víctimas de la contaminación ambiental producida por los proyectos mineros y las empresas siderúrgicas edificadas en Açailândia (MA, Brasil) veinte años atrás, presentó nuevas informaciones y actualizaciones sobre esta situación al equipo de Procedimientos Especiales de las Naciones Unidas que actúa en el caso y a la Misión Permanente de Brasil en la ONU.
Cerca de 380 familias (1.100 personas) llevan viviendo 40 años en Piquiá de Baixo, Açailândia, Estado de Maranhão, región del Amazonas, Brasil. Con la llegada de la industria siderúrgica en 1987, se han visto afectadas por la presencia de cinco plantas de fundición [1] , el ferrocarril y otras instalaciones industriales de Vale [2] que funcionan continuamente y están situadas cerca de sus hogares.