México, consideraciones sobre los desalojos masivos
La crisis económicas de 1994 llevaron a la quiebra a miles de pequeños empresarios, productores del campo y familias de trabajadores que tenían créditos hipotecarios con la banca privatizada, pues provocó una inflación mayor al 100%, es decir las deudas se duplicaron de un día para otro y con los intereses moratorios se volvieron impagables. La crisis económica del 94 se conoce en México, como el “error de diciembre”, pero además justo sucedía la crisis en la transición de un gobierno priista a otro priista.
Frente a esta situación el Gobierno Federal decide salvar a los bancos, extranjeros y privatizados, al comprarles la deuda con recursos fiscales públicos, creando el IPAB, instituto de apoyo al ahorro bancario. Pero no aplica igual medida para los deudores sociales, concretamente la acción del Gobierno consistió en salvar a los bancos y no a los ciudadanos que cayeron en cartera vencida. Por supuesto los ciudadanos decidieron organizarse por todo el país para defenderse de los voraces banqueros que reclamaban las propiedades inmuebles y cabe destacar que los jueces decretaban “fast trac” los desalojos por deuda hipotecaria. Así veremos a diario centenas de movilizaciones por todo México, convocadas por los ciudadanos para proteger su patrimonio. Con el tiempo formarían el Barzón Jurídico Nacional.
La injusticia en México, a partir del año 1998 se convertirá en ley puesto que los tres poderes ejecutivo, legislativo y judicial en plena complicidad con los caciques del concreto, es decir el capital inmobiliario multinacional, modificaron el código civil y penal para protegerlos, al legitimar el cobro de interés sobre los intereses y aceptar como prueba plena el dicho de los caciques.
Ahora bien, debido a las redes de las transacciones financieras, la especulación, como la actual, de los años 2006 y 2207, de los préstamos hipotecarios se transmite entre distintos mercados. Por tanto hay una interconexión de las crisis de los mercados inmobiliarios en Estados Unidos, Tailandia, España y México, que mas tarde que temprano repercutirá entre los ciudadanos que han caído en cartera vencida y es de predecir que los desalojos se incrementaran en los próximos años. Por tanto, la posibilidad de una crisis mas profunda y duradera sucederá cuando se rompa la burbuja especulativa que se expenderá hasta desbaratarse y se asociara con lo que se denomina una sequía de liquidez, es decir desaparecen los compradores.
Por otro lado, en los estados de Tabasco y Chiapas en noviembre del 2007, después del primer impacto meteorológico y mediático los ríos se salieron de madre, los cerros se desgajaron y los pobres, los marginados volvieron a padecer los efectos de la naturaleza y la incuria de quienes nos han gobernado. Esto provoco el desalojo de mas de millón y medio de damnificados por las fuertes lluvias Cabe destacar que la sociedad con menores recursos económicos levantan sus viviendas al filo del agua, en los cauces de los mismos ríos y arroyos, en las barrancas y en las empinadas laderas de cerros y montañas. Ahí los arrojó la marginación y el sistema capitalista explotador. Ahí permanecen por la corrupción y la ineptitud, pero sobre todo el desprecio de los dueños del poder y sus sirvientes. Y ahí estarán cuando llegue el próximo huracán, frente frío, nevada, tormenta tropical, ciclón, sismo, marejada, el siguiente terremoto, cuando vuelva la brava naturaleza con sus lluvias y el lodo cubra sus posesiones y sus muertos. Como nunca antes en México, no hay registros documentales anteriores, la naturaleza provoco el desalojo masivo de miles de personas de sus viviendas, estamos hablando de mas de un millón quinientos mil personas que fueron desalojados masivamente por las tragedia natural que bien se pudieron evitar si los gobiernos invirtieran en grandes obras para mitigar desastres. Además se registraron 53 muertes durante los sucesos. Por ello, el cambio climático obliga a reinventar el desarrollo urbano y tendrán que reubicar a los habitantes que viven cerca de los ríos, mares, montañas, laderas, barrancas, etc.
Para finalizar, agregaremos que en México desde el año 2001 hasta nuestras días se ha criminalizado la protesta social y ya es práctica recurrente del Estado que la aplique a todo aquel ciudadano o miles de ciudadanos que se oponen a la construcción de aeropuertos, megaproyectos hidráulicos y mega obras habitacionales todo con el perverso propósito de proteger las inversiones del capitalismo inmobiliario. Sin embargo cabe destacar que aún con la criminalización de las protestas estas crecerán día a día para evitar los desalojos masivos e individuales, pues las familias en México que han visto perder a otros sus viviendas ya aprendieron la lección de que solo organizados y movilizados se evitan los desalojos.
Cristina Almazán, UCISV
Guillermo Rodriguez, coordinador de la Antena Cero Desalojos de México y América Central